Hola amigos, hace unos días volví del camino Portugués desde Lisboa hasta Santiago. Como dijo una vez un torero, os lo voy a definir en dos palabras: De…………………………………………………………..Cepcionante.
Portugal me ha parecido que mantiene una decadencia consentida en lo que se refiere a sus parte histórica. Me recordó un viaje a Génova hace unos cuatro años, en la que presumían de esa decadencia, y dos años más tarde se les cayó una autovía en mitad de la ciudad. La famosa estación de Oriente necesita quince años de pìntura y mantenimiento. La parte Vieja, muestras desconchones fáciles de arreglar, pero ahí están. Los famosos azulejos, no hay uno completo, en fin, como os he dicho una decadencia consentida. Pero todo esto lo salvan, y con creces, los portugueses. Gente amable donde los haya. Intentan hacerse comprender de todas las formas posibles, y todos, repito todos, están dispuestos a ayudarte. Sólo hay un monumento que se salva realmente y es Los Jerónimos. Una maravilla muy bien conservada y espectacular. El castillo de San Jorge, bueno…., uno más, pero las vistas que tiene sobre Lisboa inigualables. En la foto los tres locos que fuimos a la aventura, pues no hay estructura de camino de Santiago, no hay caminos en condiciones, pues te envían por carreteras sin arcenes donde los camiones portugueses circulan a gran velocidad arrastrándote a veces con el rebufo arriesgando la vida a cada momento. Y si no, te meten en caminos de parcelarias, donde aparte de no haber un solo matojo para meter la cabeza en quince o veinte kilómetros, tampoco hay nada, y por nada digo ni agua.
En fin, si alguno pensáis hacer el camino de Santiago desde Lisboa, sólo os puedo dar un consejo: NO LO HAGÄIS, empezar en Oporto, que eso es otra historia.
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